Te sorprendería la cantidad de personas que afirman tener miedo a su jefe. Este sentimiento es medianamente generalizado y, en parte, tiene que ver con el miedo a perder el trabajo. Al fin y al cabo, dependemos del trabajo para vivir y no es plato de buen gusto perderlo y tener que buscar otra cosa. Veamos cómo gestionar este temor.
¿Se puede dejar de tener miedo al jefe?
Por supuesto. Antes de nada, debes saber que con trabajo todo se puede conseguir.
Lo primero, es determinar de dónde viene ese miedo y si realmente es infundado.
Causas que pueden hacer que tengas miedo a tu jefe
- Mala experiencia laboral en el pasado.
- Carácter autoritario del jefe.
- Sensación de inseguridad.
- Miedo a decepcionar.
Cada persona tiene sus complejos y sus miedos. Para tratar de vencer ese temor a tu jefe, necesitas entender por qué pasa y tratar de buscarle solución.
- Reconoce el problema: lo primero es identificar qué es exactamente lo que te hace tener pánico a tu jefe. ¿Es su forma de hablar? ¿Miedo a ser despedido? ¿Tú jefe te escribe a cualquier hora WhatsApp?
- Desarrolla tus habilidades y confía en ti: en muchas ocasiones, miedo surge de la inseguridad. Para que no seas inseguro, puedes tratar de mejorar tus habilidades, para así tener más autoestima y confianza en ti mismo.
- La importancia de la comunicación asertiva: aprende a comunicarte y a hablar. Puedes probar a practicar estas conversaciones previamente, ya sea en voz alta, con una persona de confianza o incluso anotando en unos post-it las frases clave que quieres usar.
- Busca apoyo en tus seres queridos: hablar del tema con compañeros, amigos o familiares podría ayudarte a ver la situación desde otro prisma. Además, al hablar de tus miedos verás que no estás solo y que muchos han pasado por lo mismo. Puedes incluso preguntar cómo lo superaron.
- Sé realista: es fundamental que seas realista. No todos los jefes son iguales. Hay buenos jefes y malos jefes, con los que no podrías sentirte cómodo trabajando. En esos casos, es importante que valores la magnitud del problema.
Al final, no existe una solución mágica, pero cada persona puede tratar de vencer sus miedos de la forma en que mejor pueda. Por ejemplo, habrá quienes traten de formarse más para tener más seguridad en sí mismos y quienes decidan apoyarse en sus seres queridos para vencer esta terrible situación. Una situación que, como ves, está a la orden del día.
Mucho ánimo, ¡seguro que consigues superarlo!